lunes, 20 de mayo de 2013

Pesadilla en un día de invierno IV

   Tras un largo día de monotonía por fin llego a una cena ligera y una ducha que limpie el estrés que me abriga. Caigo rendido en la cama y pongo "el larguero" para escuchar el último desvarío de algún entrenador especial de primera ... No han pasado unos minutos y empiezo a escuchar dos voces en la lejanía  cada vez las escucho mas cerca.




   

   - Por fin están aprendiendo algo. Menos mal.
   - Mucho tampoco han aprendido. Creo que lo único que tienen es miedo, y por ello actúan así.
   - Son jóvenes aún y les falta mucho por aprender, aunque sea por miedo, y no sea lo mejor lo que están haciendo, es un pequeño paso para el hombre.
   - No veo ético que sustituyan una guerra por una gran crisis para conquistar países  En el fondo sigue siendo lo mismo.
   - Pero con una guerra hubiera sido el final de todo seguramente. Tarde o temprano aprenderán y ese día sera grande. Por ahora que sigan experimentando si vale la pena hundir la economía de los mas desfavorecidos , la gran mayoría del planeta, para que los pocos que siempre han iniciado las guerras ganen el dinero que siempre han querido tener.
   - Son muy listos, esperemos que tengas razón y tras esto aprende por fin el sentido de las cosas. Y también la gran mayoría que vive controlada por ellos se levante pero de forma pacifica y todos estén en disposición de descubrir todo lo maravilloso que les rodea.
   - Eso espero, por ahora seguiremos vigilantes por si alguno intentan utilizar mas fuerza de la necesaria pararle los pies antes de que inicie un holocausto nuclear. Que sigan utilizando los famosos bancos, primas de riesgo y otros inventos para dominar países enteros y aumentar su riqueza. Siempre tendremos la esperanza de que todo cambiara sin tener que entrometernos demasiado.

  Tras esto las voces empezaron a alejarse, asustado ante tal conversación me levante y mire por la ventana y vi dos sombra alargadas alejarse hacia los arboles en la noche, y tras ellas un fogonazo de luz que me hizo despertar. 

   Me encontraba nervioso y sudando en la cama. "El larguero" aun no había terminado. Miro el reloj y son la 1:00. Ni había sombras fuera, ni voces, solo había sido una pesadilla. Otra pesadilla más.


 


 

 

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